Lograr un envejecimiento saludable ¡sí es posible!
Haz de esta nueva etapa el mejor momento de tu vida, toma nota y pon en práctica estas recomendaciones para tener una vejez sana y placentera.
“Saber envejecer es la mayor de las sabidurías y uno de los más difíciles capítulos del gran arte de vivir”
Henri-Frédéric Amiel. Filósofo y escritor suizo.
Llegar a la adultez es una nueva etapa de vida que trae sus vivencias y sus retos y que, con buena salud, es como una nueva estación para tomar aire y seguir gozando de la vida. Por esto te compartimos algunos consejos para lograr un envejecimiento saludable, no sólo hablaremos de la alimentación o el ejercicio, también es muy importante cuidar tu salud mental y emocional para alcanzar armonía y bienestar.
El ritmo de vida apresurado, las lógicas empresariales y económicas nos han confundido sobre lo que realmente es la vejez, y para vivir esta etapa de manera plena, es importante conocer su significado y cambiar de paradigma.
En un artículo del Centro Psicopedagógico de la Universidad Anáhuac, definen a la vejez como una etapa más de la experiencia humana, explican que debemos quitarnos la idea de que las personas mayores son funcionalmente limitadas, a no ser por una enfermedad, porque es una etapa vital, basada en el transcurrir del tiempo, por lo tanto, es inevitable.
En esta publicación también nos hablan de por qué algunos adultos mayores viven sus días en la desesperanza, lo que lleva a un descuido en su salud así como también a la falta de atención de familiares y cuidadores. Además, suele pensarse que al envejecer entramos a un periodo frecuente de nostalgia y arrepentimientos, en el que pensamos en todo lo que pudimos haber sido y no fuimos, en lo que pudimos haber hecho y no hicimos, pensamientos y sentimientos que ocasionan que muchas personas mayores no vivan esta etapa de su vida con tranquilidad y aceptación.
Pero como dijo el gran Pitágoras de Samos, filósofo y matemático griego, “una bella ancianidad es, ordinariamente, la recompensa de una bella vida”, y esta belleza es posible encontrarla en una vida en armonía, un cuerpo saludable, una salud mental nutrida y atendida.
A continuación, te compartimos algunos consejos que te ayudarán a disfrutar este nuevo peldaño, síguelos, incorpora a la lista los que ya practicas, tener una buena salud también es una cuestión de actitud. ¡Continúa leyendo!
Haz una lista de los alimentos y los platillos que más te gusten, teniendo en cuenta tus padecimientos de salud. Visita a tu nutrióloga y pídele que te ayude a generar unos menús para tener una dieta rica en proteínas, grasas saludables, vitaminas y minerales.
Asimismo, disfruta como nunca antes de los alimentos. Si antes por las prisas del trabajo y la crianza no disfrutabas tus comidas, empieza a hacerlo. Haz que este momento esté lleno de bienestar, tranquilidad y alegría. Toma el desayuno en un lugar que te inspire, invita a tus amigas o familiares. Disfruta la vista. Goza este momento como uno de los rituales más importantes de tu día.
Muchos psicólogos y psiquiatras en el mundo coinciden en que para tener una buena calidad de vida primero tenemos que voltear a ver nuestro cuerpo, agradecer por permitirnos viajar en él todo este tiempo y preocuparnos por que esté bien. Esto significa que es muy esencial que acudas a chequeos médicos, hazte estudios de rutina, visita a tu geriatra o a tu médico de confianza, no sólo cuando haya una molestia sino para revisar que todo esté en orden y estar al día en tus análisis. Esto te permitirá ser más precavido y poder atender cualquier situación de forma temprana.
Una de las mejores formas de ayudar a nuestra movilidad es la actividad física, además, sube nuestros niveles de endorfinas, las famosas hormonas de la felicidad, lo que mejora nuestro estado de ánimo y maneras de encarar la vida. Te recomendamos los paseos diarios, aerobics en agua, clases de baile de bajo impacto enfocado en adultos mayores, sin excederse y siempre supervisado por un profesional.
El alcohol y el tabaco son perjudiciales para la salud y mucho más en la adultez mayor. Evita complicaciones, reduce el consumo o elimínalo completamente. Si ya tienes una dieta por algún padecimiento, no la cambies, no cambies de medicamentos sin consultarle a tu médico, más vale no arriesgarse y tener una vida tranquila sin consecuencias graves.
No necesitas sufrir graves traumas para ir con el psicólogo, de hecho, todos deberíamos ir a terapia para mantener una buena salud mental y emocional. Empieza un proceso terapéutico para poder llevar de la mejor manera esta nueva etapa de vida. Haz una lista de actividades que te conectan con las emociones de bienestar y satisfacción, como un curso de algo que hayas querido aprender, actividades de beneficencia y servicio social, tener una mascota, pasar tiempo con los nietos, dedicarse a un arte en específico, las plantas, viajar… Todo eso que te hace sentir momentos de felicidad.
Procura llevar una comunicación constante con familiares, pídele a tu terapeuta que también involucre en tu proceso a hijos y pareja y siempre expresa cómo te sientes, pero no dejes de buscar lo que te hace sentir emocionado de estar vivo.
Así como cuando llega un bebé a casa la adaptamos para que sea un espacio seguro y sano, con la llegada de la vejez también podemos hacer cambios en el hogar. Poner barandales en la ducha y tapetes antideslizantes para evitar caídas en el baño, adaptar la altura de electrodomésticos, poner cintas antideslizantes en las escaleras, vivir en viviendas de una sola planta, en fin, hay muchas alternativas que puedes adaptar en tu hogar para prevenir accidentes y lesiones por malas posturas.
Lee libros, revistas, aprende a usar los dispositivos electrónicos como el celular, la computadora, aprende a usar internet y las redes sociales, así estás en contacto con los tuyos, ejercitas tu mente y no dejas de aprender cosas nuevas, importante para sentirte motivado con la vida.
Sal de casa, conoce nuevas personas y amplía tu círculo social. Visita museos, ve al cine o a cenar, esto te ayuda a tener una actitud positiva, a sentir que tienes un lugar en el mundo y a tener aspiraciones.
En resumen, acepta y disfruta el lugar que ocupas en tu familia, disfruta del descanso, pero no dejes de seguir aprendiendo y de cuidar tu salud. Aprovecha para aprender eso que siempre quisiste, disfruta esta nueva fase en tu vida, la vejez es un momento en el que la experiencia y la sabiduría reinan, acepta tu nuevo rol y trata de sacarle el máximo provecho.
Y tú … ¿Cómo vives tu vejez?
