Cuesta mucho poner límites, por eso es importante primero saber qué son y los beneficios que podemos obtener de ello, así que debemos ir aceptando que algunos finales son tristes pero necesarios. Incluso ahora que se acercan las fiestas decembrinas es necesario identificar lo que podemos tolerar o no, aunque venga de una persona que queremos mucho y sea importante en nuestra vida; nada se justifica cuando nos llega a herir o lastimar. Aunque te digan que es en broma o que eres poco llevado, algunos comentarios vienen con toda la intención de activar nuestros “botones sensibles” y es imprescindible marcar los límites en el momento preciso para que el límite no permanezca hacia nosotros.

No debemos sentirnos culpables o egoístas por poner límites y tampoco debería de ser algo tan difícil de hacer; porque su objetivo es que se pongan de manera sana y entender que sin ellos podemos caer en el caos, por lo que son necesarios para el cuidado a la salud mental, incluso si se requieren mantener con personas muy cercanas a nosotros, por ejemplo la propia familia. 

Una persona que decide poner límites es una persona asertiva, en ocasiones no se da de manera innata, pero podemos entrenar y desarrollar ese tipo de habilidades, como muchas cosas que se aprenden suele ser a prueba y error.

Algunos beneficios de poner límites son: 

• Facilita las relaciones interpersonales
• Brinda autonomía
• Fomenta el respeto propio y a terceros
• Satisfacción personal, aumenta el autoestima
• Te responsabilizas de ti mismo
• Notas lo que quieres y lo que no, lo que si toleras y lo que no
• Brinda autenticidad y libertad
• Desapego de los demás. 

Debemos autoconocernos antes de poner límites para conocer los propios, ser valientes para identificar lo que podemos permitir o no, lo que nos duele o indigna; porque no podemos proteger algo sino identificamos qué nos lastima. 

No debes tener miedo a quedarte solo o al rechazo, los límites no te convierten en una mala persona, simplemente estás viendo tus necesidades y deseos, pero ojo aquí: es diferente hacerlo solo por tratar de evitar conflictos. Debes tener en cuenta que al marcar límites suele haber 2 respuestas por parte de la gente que te rodea: la primera es que se alejen debido a que ya no se pueden beneficiar de tu falta de límites y la segunda es que respeten tus límites y permanezcan a tu lado.

Sugerencias para poner límites de manera sana:

• Priorizarse sobre las otras personas, busca tu bienestar
• Buscar cubrir tus necesidades sintiéndote feliz por ello, no satisfacer las necesidades de los demás
• Hacer una lista de las cosas que sí aceptas-quieres y las que no
• Decir No cuando se presente algo que no quieres hacer
• Distinguir la condición que necesitas para cada límite
• No te dejes llevar por lo que los demás quieren, sin temor al conflicto
• No dejar pasar faltas de respeto
• No dejarte manipular ni chantajear
• No confundirte con mensajes de terceras personas, por ejemplo: “lo hago por tu bien”

Como ves, es importante tener nuestro espacio individual, aprender a respetarnos a nosotros mismos, gestionar nuestras emociones y fomentar la comunicación asertiva para que seamos capaces de tomar decisiones para nuestro bienestar. Confía en ti, en este proceso que es poco a poco, comienza con límites pequeños contigo mismo para que los puedas trasladar a tus relaciones interpersonales.