En un mundo donde la salud y el bienestar ocupan un lugar central en la vida cotidiana, entender el papel crucial de los antioxidantes es fundamental. Estas moléculas, presentes en una amplia variedad de alimentos, son más que simples ingredientes; son los guardianes de nuestra salud celular. Conocer cómo funcionan y por qué son esenciales para nuestro organismo puede marcar la diferencia entre una vida vibrante y una lucha constante contra el estrés oxidativo y sus consecuencias.

Los antioxidantes, como su propio nombre indica, protegen las células del efecto dañino de los radicales libres, moléculas responsables de alterar los sistemas biológicos provocando la aparición de enfermedades. Son sustancias naturales o fabricadas por el hombre que pueden prevenir o retrasar algunos tipos de daños a las células causados por los radicales libres. Los radicales libres son sustancias de desecho producidas por las células a medida que el cuerpo procesa los alimentos y reacciona al medio ambiente.

Los antioxidantes pueden proteger contra el daño celular que causan los radicales libres, conocido como estrés oxidativo. Si el cuerpo no puede procesar y eliminar los radicales libres de manera eficiente, puede producir estrés oxidativo Esto puede dañar las células y la función corporal.

Las actividades y los procesos que pueden provocar estrés oxidativo incluyen:

• Trauma en los tejidos, debido a inflamación y lesión.
• Consumo de ciertos alimentos, especialmente alimentos refinados y procesados, grasas trans, edulcorantes artificiales, y ciertos colorantes y aditivos.
• Fumar.
• Contaminación ambiental.
• Radiación.
• Exposición a sustancias químicas como pesticidas y medicamentos, incluyendo la quimioterapia.
• Solventes industriales.

“Antioxidante” no es realmente el nombre de una sustancia, sino que describe lo que pueden hacer una variedad de sustancias. El cuerpo también produce algunos antioxidantes, conocidos como antioxidantes endógenos. Los antioxidantes que provienen del exterior del cuerpo se denominan exógenos.

Algunos ejemplos de antioxidantes que provienen del exterior del cuerpo incluyen:

• Vitamina A
• Vitamina C
• Vitamina E
• Betacaroteno
• Licopeno
• Luteína
• Selenio
• Manganeso
• Zeaxantina

Los flavonoides, flavonas, catequinas, polifenoles y fitoestrógenos son todos tipos de antioxidantes y fitonutrientes, y puedes encontrarlos todos en alimentos de origen vegetal.

‍

Dónde podemos encontrar los antioxidantes

‍

Las mejores fuentes de antioxidantes son los alimentos de origen vegetal, especialmente las frutas y vegetales. Además de favorecer el mantenimiento de una dieta equilibrada, el consumo de alimentos antioxidantes también tiene otros beneficios. Para obtener algunos antioxidantes específicos, intenta incluir lo siguiente en tu dieta:

• Vitamina A: arándanos, manzanas, brócoli, espinaca y lentejas.
• Vitamina C: la mayoría de las frutas y vegetales.
• Vitamina E: nueces, almendras, semillas de girasol, etc.
• Betacaroteno: frutas y vegetales de colores brillantes, como zanahorias, guisantes, espinacas y mangos.
• Licopeno: frutas y vegetales rosados y rojos, incluyendo tomates y sandía.
• Luteína: vegetales de hoja verde, maíz, papaya y naranjas.

Otros alimentos que se cree que son buenas fuentes de antioxidantes incluyen:

• Berenjenas
• Legumbres como frijoles negros o judías
• Té verde y té negro
• Uvas rojas
• Chocolate negro
• Granadas
• Bayas de Goji

‍

5 consejos podrían ayudarte a aumentar tu consumo de antioxidantes
‍

1. Incluye una fruta o vegetal cada vez que comas; en las comidas y refrigerios.
2. Toma una taza de té verde o matcha todos los días.
3. Observa los colores de tu plato. Si tu comida es mayoritariamente marrón o beige, es probable que los niveles de antioxidantes sean bajos. Agrega alimentos con colores intensos, como col rizada, remolacha y bayas.
4. Usa cúrcuma, comino, orégano, jengibre, clavo y canela para sazonar y elevar el contenido de antioxidantes de tus comidas.
5. Para tus meriendas come semillas, especialmente nueces, semillas de girasol y frutas secas, pero elige las que no tengan azúcar o sal agregadas.

‍

¿Cuáles beneficios aportan los alimentos antioxidantes?
‍

• Prevención de enfermedades: algunos estudios sugieren que una dieta rica en antioxidantes puede estar asociada a un menor riesgo de enfermedades crónicas como las cardiopatías, algunos tipos de cáncer y la enfermedad de Alzheimer.
• Ayuda a la salud de la piel: estos alimentos también pueden ayudar a proteger la piel de los daños del sol y favorecer la cicatrización de heridas.
• Favorece el sistema inmunitario: los antioxidantes ayudan a mantener sano el sistema inmunitario protegiendo las células inmunitarias del daño oxidativo.
• Garantiza una buena visión: los nutrientes específicos de esta línea están asociados a la salud ocular y pueden ralentizar la progresión de enfermedades oculares degenerativas.
• Rendimiento físico y recuperación: para quienes hacen ejercicio regularmente, los antioxidantes tienen el poder de ayudar a la recuperación muscular y mejorar el rendimiento físico.

‍

Como ves, los antioxidantes no solo son aliados en la lucha contra el envejecimiento prematuro y diversas enfermedades, sino que también son clave para mantener un cuerpo y una mente en óptimas condiciones. Desde las coloridas frutas y verduras hasta los saludables frutos secos y el delicioso chocolate negro, los antioxidantes están al alcance de todos en forma de alimentos cotidianos. Al priorizar su consumo, no solo estamos invirtiendo en nuestra salud a largo plazo, sino que también estamos saboreando una vida más plena y vibrante. Así que la próxima vez que elijas qué comer, recuerda darle un impulso antioxidante a tu día. Tu cuerpo te lo agradecerá con vitalidad y energía renovada.

‍

Te recomendamos leer: Beneficios del aceite de coco.